jueves, 13 de diciembre de 2007



La sombra del reino.
Al inicio tan lejos y al final tan cerca.
Aunque no tanto
.

El inicio de esta película es bastante ilustrativo. En menos de cinco minutos y mediante imágenes de archivo e infografía 3D son capaces de resumir, y creo que bastante bien, la relación de los últimos cien años entre Arabia Saudí y los EEUU. Después parece vemos el típico film bélico americano. Con todos sus ingredientes. La parte de acción está impecablemente rodada (P. Berg parece ser mejor director que actor, lo podemos ver en Leones por corderos) aunque con todos los arquetipos de personajes del género. El duro durísimo, el chistoso graciosísimo, etc...
Lo que me parece más interesante es la evolución por la que nos conduce la historia. Me refiero en cuanto a la comparativa de la sociedad musulmana con la americana.
Así comienza la historia:
Los padres americanos (J. Foxx el protagonista de la película) asisten y comparten clases en el colegio con sus hijos mientras que los musulmanes llevan a los suyos a que sean testigos de una matanza en vivo. Eso sí, en el momento en que todas las víctimas, incluido el musulmán que se inmola, van a salir por los aires tiene la delicadeza de taparle los ojos. Continua con que los americanos son los únicos capaces de encontrar a el culpable de toda ese barbarie pero necesitando la estimable colaboración de un buen musulmán. Y termina con que a pesar de haber salido victoriosos en la aventura.Todos vivos y la muerte de sus compatriotas vengada. Ellos no están realizados. Se podría interpretar incluso que están tristes. Puede que algunos espectadores piensen (sobretodo el norteamericano)que sea por la muerte del estimable colaborador. No lo sé, pero para mí, (y quizá sea sólo un deseo) puede que el motivo de la tristeza de los héroes sea este otro: En que gran parte de la sociedad norteamericana (entre ellos muchos cineastas como Michael Mann, productor de esta película) son capaces de ir un poco más lejos y ser autocríticos con su política exterior errática. Y sean capaces de equiparar la acción bélica norteamericana con la de los atentados de los extremistas musulmanes. Matar, sea cual sea la causa nunca será la solución a un conflicto sino todo lo contrario. Hará que perdure más en el tiempo.
El susurro, entre soldado americano y la soldado americana es exactamente el mismo que el del moribundo cabecilla del eje del mal a su pequeño nieto antes de morir. Este susurro a modo de Macgufin, lo descubrimos al final de la historia, como todo buen macgufin, pero no soy tan optimista como para obviar que no es lo mismo decirle algo así a una adulta soldado que a un niño de boca de su abuelo moribundo. Reconozco que no es el paso definitivo que desearía haber visto en esta película. Aunque viendo el comienzo. El final, sí es un gran paso, aunque un poco velado, hacia como no hay que afrontar los conflictos para solucionarlos de verdad. Desde luego no matándolos a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena critica
he visto la pelicula y me ha parecido sensacional
saludos y hasta pronto